II Conferencia General del Episcopado Latinoamericano (página 2)

Enviado por Juan David Arias Ibarra

Partes: 1, 2

TEMAS TRATADOS EN LA
CONFERENCIA
EPISCOPAL

Promoción Humana

I.- JUSTICIA

II.- PAZ

III.- FAMILIA Y
DEMOGRAFÍA

IV.- EDUCACIÓN

V.- JUVENTUD

Evangelización Y Crecimiento De La
Fe

VI.- PASTORAL POPULAR

VII.- PASTORAL DE ÉLITES

VIII.- CATEQUESIS

IX.- LITURGIA

La Iglesia
Visible Y Sus Estructuras

X.- MOVIMIENTOS DE LAICOS

XI.- SACERDOTES

XII.- RELIGIOSOS

XIII.- FORMACIÓN DEL CLERO

XIV.- POBREZA DE LA
IGLESIA

XV.- PASTORAL DE CONJUNTO

XVI.- MEDIOS DE
COMUNICACIÓN SOCIAL

La doctrina de Medellín está inspirada en
primer lugar por el Concilio Vaticano II. No se comprende
Medellín sin el Concilio, sin su enseñanza, sin su
espíritu.

Al hacer su propuesta, Medellín divide su
discurso en
tres áreas:

1) la promoción del hombre y los
pueblos,

2) la evangelización y maduración en la fe
de los pueblos y sus élites, y

3) la Iglesia visible en sus miembros y sus estructuras.
Estas áreas nos demuestran la importancia del desarrollo
integral de la persona
humana.

La concepción de "un desarrollo
humano integral por el camino de la liberación" es el
eje central de las conclusiones conseguidas de la Conferencia.
Todos los temas planteados allí nos transportan a hablar
de liberación.

¿Pero, de qué clase de
liberación se trata? Y es normal que repetidamente nos
surja esta pregunta en la lectura de
Medellín. La "liberación" de la que habla
Medellín, es una liberación integral del hombre
desde el Evangelio, una liberación que compromete al
desarrollo y la conversión de todo el
hombre.

La conferencia habla que para "tener un continente
nuevo, es necesario tener hombres nuevos", por eso, la Iglesia no
posee técnicas
ni <remedios> para resolver los problemas
latinoamericanos, pero posee el mensaje del Evangelio para
invitar a la conversión y a la vida nueva.

La liberación evangélica, trae como
consecuencia una conversión profunda, personal, y
social, que nos llevan a un cambio de
estructuras. Pero resaltamos lo siguiente: "el mensaje cristiano
no es el cambio de estructuras, sino la conversión del
hombre".

"Pues no he venido a llamar a los justos, sino a los
pecadores".

Y para que esta gran liberación se dé, fue
necesario que la Iglesia se examinara desde su interior y
reafirmara su opción preferencial por los hombres, en
especial los pobres. Incluso, en el capítulo XIV,
Medellín invita a toda la Iglesia a vivir en la
pobreza.

Un gran mérito de la Conferencia es haber
propuesto la fe y la fuerza de la
caridad pastoral de los ministros eclesiales de toda América
Latina, exhortándolos a realizar una elección
por la pobreza, trayendo así una opción
preferencial por el pobre.

Es importante recordar que Jesús caminaba,
comía, y le enseñaba a los pobres, por eso es
necesario que la Iglesia retome esta actitud del
mismo Cristo.

MEDELLÍN, APORTES, FRUTOS Y
CONSECUENCIAS.

Poco después, como se sabe, surgió la
llamada "teología de la liberación". Lastimosamente
algunos le dieron una inspiración claramente marxista,
pues sostenían que Marx tenía
una solución científica a la pobreza. Trataron de
armonizar la liberación de Cristo, que fundamentalmente es
redención y conversión, con ésta teoría
meramente humana y que difícilmente podría dejar de
lado el materialismo.
Esto hizo que se olvidasen otros temas fundamentales del mismo
Medellín, como por ejemplo la "Evangelización y
crecimiento en la fe."

Es conveniente tomar Medellín, junto con Puebla y
con Santo Domingo, que lo aplicaron y explicitaron, y
también aclararon todo lo que algunos trataron de desviar
después de Medellín. En efecto Puebla
aclaró, que la opción preferencial por los pobres
era importante, pero no era "exclusiva ni excluyente" y
remarcó que la liberación era "integral" como ya lo
había expresado Medellín.

No puede la Iglesia ocuparse en primer lugar de la
pobreza económica, de la liberación
económica, sino de lo espiritual – religioso y junto a
esta realidad primordial y trascendente, debe también
hacer todo lo posible para solucionar la pobreza
económica. Ambas son liberación –
redención.

Por ello en Santo Domingo, sin dejar de lado
Medellín, se resalta la persona de Cristo "ayer, hoy y
siempre." Sin Cristo no hay liberación eterna, que es la
principal liberación también para los
pobres.